miércoles, 24 de febrero de 2010

Desgarro

por Mikel Arizaleta

Me he imaginado el desgarro que en nuestros políticos, alcaldes y mandatarios tiene que producir la práctica de la tortura. Trabajan como guías y no pueden, no quieren saber la sangrante tortura, que se practica en sus aposentos y en su vida. Lo saben; saben perfectamente, pero tienen que hacer como que no lo saben.

A veces pensé que vivían en la mentira. Hoy me he dado cuenta que la mentira es su instrumento, una especie de protección ante el desgarro que les produce saber que son verdugos. Les ocurre lo que a padres castos que no quieren saber que sus hijas toman la píldora, que no quieren saber que duermen con su novio cuando por teléfono les dicen que se quedan a dormir con una amiga.

Por eso se pasan los días conmemorando actos en pro de las víctimas de otros, para tapar y olvidarse de sus propias víctimas. Para olvidar su sangre. Como exculpa y reparación silenciosa de sus muertos, de su sangre en las manos, de sus guerras y destrozos. Para lavar sus infamias, sus asesinatos. De ahí también sus acciones judiciales ante quienes denuncian sus felonías, sus arranques de carteles nocturnos con manchas y relatos de tortura. Denuncian los malos tratos de los otros para tapar los suyos propios. No han dejado de ser funcionarios de la Audiencia Nacional, “directa heredera de las jurisdicciones de excepción franquistas: del Tribunal de Represión de la Masonería y el Comunismo y su sucesor el Tribunal de Orden Pública de aún infausta memoria…, ahora eran demócratas los que aceptaban el régimen”. Por eso el Partido Comunista pasó de “terrorista” a “demócrata”. Y en este campo no nos llamemos a engaño, nos advierte John Brown: no es que España se haya hecho Europea sino que, en cierto modo, a través de la normalización de la excepción, Europa se ha hecho franquista.

Por tanto nada tiene de extraño que, como sostiene Joan Garcés, “sea España el único país de Europa en el que los crímenes contra la Humanidad cometidos en un régimen de dictadura no han sido ni siquiera simbólicamente investigados ni juzgados."

¿Saben ustedes?, es táctica de regímenes con olor a podrido llevarse a la gente de madrugada y aislarles, incomunicarles para arrojarles a la irracionalidad y forzar que surjan fantasías y miedos en la mente. Crear espacios sin derechos, encerrarles en la soledad y en el desamparo. Paralizar al disidente político y social mediante la tortura y el desprestigio. ¿El euskera? Dialecto, bazofia y regreso. ¿El pueblo vasco? Bandoleros, tribu cavernícola y privilegio.

Despellejarles, desnudarles, violarles… ¡Ecce homo! Así actúan los llamados hijos de puta.

El hernaniarra José Camacho, arrestado el lunes por la Guardia Civil, se encuentra ingresado en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid sin que haya trascendido dato alguno sobre su estado de salud. La versión oficialvincula la hospitalización a una patología anterior al arresto, patología que sus allegados desconocen. Sólo se supo que el juez de la Audiencia Nacional española, Ismael Moreno, se trasladó hasta el centro hospitalario para tomarle declaración, a lo que se negó el detenido, acogiéndose así a su derecho a no declarar. El magistrado del tribunal especial dictó el auto de prisión.

Un estado torturador es hermético: con políticos, policías, forenses y jueces torturadores formando cerrojo sin poros, zulo plomizo. Y en el estado español hay larga experiencia. Al rey y a suspresidentes de gobierno les brota el cállese y los cortes de manga, son títulos acreditativos universitarios. La mentira su enmascaramiento. Tenemos un estado que ha convertido al terror en su acto constitucional y en base de su unidad nacional.

“Al País Vasco –recalca John Brown- no se le perdona el que rechazara la constitución, y menos que, durante el franquismo, estuviese a la vanguardia de la resistencia contra el régimen, no sólo mediante la acción armada sino, sobre todo, mediante la movilización popular efectiva”. El estado español y sus instituciones siguen catalogando hoy a las gentes de Euskal Herria en legales e ilegales. Y terrorista es, como en la dictadura: quien rechaza su constitución y quiere ser vasco.


Publicado en kaosenlared.org

ilustración de Botero


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sábado, 13 de febrero de 2010

Garzón cazado por el demofascismo


por Manuel Fernández Trillo



Es sabido que a Baltasar Garzón lo tienen envuelto en un asunto judicial en que se le imputa el delito de prevaricación por el que le podrían condenar a 20 años de inhabilitación. El hecho: iniciar un procedimiento para investigar los crímenes del fascismo español desde 1936 a 1952, en que imputa a 38 bandidos dirigidos por el exgeneral Francisco Franco (ver Gaceta 22 de julio de 1936) un delito imprescriptible de lesa humanidad y responsables de un delito continuado de secuestro dado que decenas de miles de republicanos aún no han aparecido después de ser detenidos y conducidos a lugares desconocidos de los que no han vuelto jamás (se hallan en las cunetas y barrancos de España).

Los acusadores contra Garzón son falangistas con mando en plaza, pues al día de hoy mantienen su partido legalizado aun a pesar de la indeseable Ley de Partidos del año 2002. Cualquiera que sea la acusación y la ideología que profese tiene ese derecho y por tanto nada se puede objetar, y si alguien considera que su ideología fascista le invalida para presentarse ante los tribunales que los legisladores “demócratas” cambien la ley (en otros países –Alemania, p.e.- no pueden actuar como tales nazis). Pero el poder, el Gran Poder, está imbuido de ideología fascista – banqueros, empresarios, políticos, gobernantes, clerigalla, jueces, fiscales, abogados, periodistas, escritorzuelos, enseñantes…- que con gran descaro han favorecido la promulgación de leyes que criminalizan a cientos de miles (millones) de personas en España. Contra estas leyes no he visto que protestaran los que ahora salen a defender al “juez estrella” del “todo es ETA”, por el que han ido a parar a la cárcel personas más dignas que él, y a quienes les han destrozado la profesión que ejercían y hasta la propia vida.

Ha sido cazado por las leyes demofascistas, las mismas –que ahora tan injustas les parecen- fueron aplicadas en sentido lato (y estricto) contra ciudadanos cuyo único “crimen” era –es- luchar contra el sistema económico y político imperante. Los seguidores del bandido Francisco Franco son más –muchos más de los que estuvieron el otro día en el cementerio acompañando a “Petón”- pues basta mirar las disposiciones legales del Gobierno actual y pasado, a los miembros de las Cortes –empezando por su presidencia- y al Tribunal Supremo, para comprender que el franquismo (el fascismo español) sigue dirigiendo la convivencia. Fascismo es la “doctrina Parot” (idea de ese juez de la AN cuya sala penal preside); fascismo es la Ley de Partidos de 2002; fascismo es la sucesiva reforma del Código Penal (léase el art. 508 y piensen los trabajadores si pueden ser condenados a prisión con ese artículo en la mano de un juez como Garzón que suponga que “todo es crimen”); fascismo es acabar con la persecución de delitos de lesa humanidad para salvar a los gobernantes del Estado Judío de Israel, fulminando de ese modo la justicia universal; fascismo es la aplicación del FIES (Fichero de Internos de Especial Seguimiento) e igual de fascista callar ante tal ignominia sabiendo que existe (esto es para que tomen nota los de la Plataforma de Apoyo a Garzón y juristas anexos); fascismo es aceptar los presupuestos políticos de la Ley de Amnistía de 1977 donde igualaron a verdugos y víctimas como si ambos tuvieran la misma responsabilidad criminal; fascismo la aplicación retroactiva de las leyes penales perjudiciales para el justiciable; fascismo es investigar la vida de una persona y aportar como hecho criminal si estuvo en el entierro de un amigo; fascismo es esa ley de Memoria Histórica que no persigue a los criminales franquistas, vivos o muertos (a los muertos tampoco los sacaríamos de sus tumbas como al Papa Formoso después de un Sínodo Horrenda, sólo se aplicarían las disposiciones de régimen constitucional republicano perdiendo todos ellos el “grado” que usurparon durante los últimos 70 años). (Interminable sería la relación de actos, leyes, y dictados todos ellos amparados en la “democracia borbónica”).

Cazado por los fascistas es víctima de esas mismas leyes que el propició, defendió, y usó contra quienes él entiende que son sus enemigos. O participa de la misma ideología que sus perseguidores actuales –en todo o en parte- o ha sido el tonto útil haciendo el trabajo sucio aplicando las mismas leyes (el “espíritu legal” del que está informado todo el aparato legal y jurídico) mientras los más recalcitrantes se frotaban las manos sin dar la cara (“que haga, dejadlo, que haga”). Me resulta muy provechoso para la limpieza del sistema judicial, y de la legislación, que se persiga a uno de los suyos porque de ese modo, se desvelará algo que permanecía escondido: que vivimos en el demofascismo.

Yo no apoyaré a este imputado; que con su pan se lo coma; y que reviente junto con todo el sistema político-legal que se ha montado en el post-franquismo (“todo atado, y bien atado”, dijo el gran dictador). Ahora prueba en sus propias carnes el látigo que él tantas veces usó para encarcelar a personas inocentes de todo cargo. Que el Tribunal Supremo es una caterva de trileros lo sabe quien está al tanto de sus sentencias; que el Tribunal Constitucional –al que acudirá en amparo- es un jaula de grillos en que todos cantan desde la noche del fascismo (juraron en su mayoría los Principios del Movimiento Nacional); que el Gobierno –sea quien sea quien lo presida- es el brazo armado del demofascismo no hay quien lo niegue (como dijera el gran Enrique Santos Discépolo). La indignación de algunos por esta persecución no deja de ser una indignación parcial, pues se olvidan de las víctimas de las leyes que el propio Garzón ha utilizado, cuando no propiciado de modo directo o indirecto (Ley de Partidos Políticos de 2002) favoreciendo el desarrollo y ampliación del sistema político y legal que nos toca soportar y contra el que pocos, muy pocos –aún- se alzan cada día.


Publicado en insurgente.org
Ilustración de Kalvellido

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viernes, 12 de febrero de 2010

Los padres putativos

por Mikel Arizaleta

En el 2005 Jutta Voss escribió “Kann denn Gehorsam Sünde sein?”, ¿puede ser pecado obedecer? Y subtitulaba el libro: “análisis sobre las estructuras fascistoides muy en boga en la Iglesia y en la sociedad”. ¿Qué tipo de libertad existe cuando la sumisión se compra?

El libro me ha venido al recuerdo al leer las excarcelaciones de políticos abertzales, dictadas por la Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional española, tras el pago de una fianza de 50.000 euros y la prohibición expresa de que no podrán tomar parte en reuniones, manifestaciones, actos públicos o formación de grupos, coaliciones o partidos políticos de características idénticas o cualitativamente similares a aquellas que motivaron su imputación criminal.

Son excarcelaciones de guerra y dictadura, de jueces neuróticos obsesivos, de mequetrefes, de consejeros del reino. ¡Examine si el hecho imputado es delictivo y absténgase de meterse en la vida de los ciudadanos y dar órdenes y consejos! La Audiencia Nacional y sus jueces son desde años, desde el inicio en 1963, colaboradores necesarios de dictadura, brazo de represión y tortura y silencio descarado ante denuncias de vulneración de derechos. Y no garantía de justicia y libertad, de hombría y personalidad ¿Quién son ellos para determinar la acera que pisan los ciudadanos, para examinar sus ideas, condicionar su asistencia a actos o censurar sus pensamientos por altavoz? ¿Qué tipo de juez es ése que determina y marca con cartabón mi libertad? ¡Examine con equidad y objetividad si el acto, que se me imputa, es delito y cállese! Hace tiempo que el móvil de la persona es interno, personal, y no un sable sobre la cabeza, ni tampoco el tirano o pistolero de turno o una sala de la Audiencia Nacional y sus aledaños. ¡Sean jueces y no tiranos o abuelos cebolleta! O, con otras palabras, márchense y déjenos en paz ser abertzales libres. ¿Por qué y en base a qué principio de derecho se detiene a unas personas dos años en cárcel preventiva sin juzgarles y todavía se tiene el rostro de prorrogar su estancia carcelaria y pedir la broma de 50.000 euros de fianza? ¿Fianza cuando la justicia normal debiera exigir y conceder indemnización y reparación? ¿Quién son estos jueces para, si tienen tan claro y es tan evidente el delito, encerrar a personas preventivamente durante cuatro años de su vida en una cárcel? ¿No será más bien que en la Audiencia Nacional la libertad y el pensar abertzale se ha convertido en delito? ¿Acaso sus jueces no son guardiacivil y brazo ejecutor de una España colonial y represora?

A los José se les llama Pepe por aquello de José (p.p. =padre putativo de Jesús). Hace tiempo que las gentes hemos seccionado el cordón umbilical; nos sobran jueces meticones, mamporreros de intereses patriarcales o brazos ejecutores de gobiernos y poderes coloniales.

Y no necesitamos padres putativos. Porque cuando se impone vasallaje desaparece la justicia. Abraham se opuso a la orden divina de lo alto de acuchillar a su hijo siguiendo su criterio de hombre maduro. El yo digo y el querer del hombre no es patrimonio del juez de la Audiencia Nacional. Que es el caso.


Publicado en inSurgente.org
imagen de internet


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viernes, 5 de febrero de 2010

Estómagos agradecidos


Toxo en declaraciones a Telemadrid dijo:

"Probablemente hacia finales de este mes saldremos a realizar manifestaciones que espero sean masivas en el conjunto de las capitales de provincia de nuestro país. Veremos si contamos con el respaldo de la sociedad y en particular de los trabajadores para una alternativa diferente".

Por si álguien tenía dudas, nadie muerde la mano a quien le da de comer.



Imagen del El Roto


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