sábado, 31 de diciembre de 2011

Neolengua para la era popular



No diga congelar el salario mínimo, diga “mejorar la competitividad”. No diga violencia machista, diga “violencia en el entorno familiar”. No diga recesión, diga “tasa negativa de crecimiento económico”. No diga copago ni mucho menos repago: es un necesario “ticket moderador”. No diga recortes, diga “reformas”. No diga empleo precario, diga mejor “minijob”. No diga abaratar el despido, diga “flexibilizar el mercado laboral”. No los llame patronal o empresarios, llámelos “emprendedores”. No critique las rebajas fiscales a los más ricos, son “ayudas a los ahorradores”.

No hable de regalar dinero público a la banca con un banco malo, se trata de “facilitar la gestión activa del patrimonio dañado de las entidades financieras”. No cuestione un gabinete de puerta giratoria, con los lobbies en el Consejo de Ministros: alabe su preparación empresarial. No critique a un ministro de Defensa que ha pasado los últimos 16 años a los dos lados del misil –comprándolos desde la Administración o vendiéndolos desde las fábricas de armas–: elogie su “experiencia en el sector”. No recuerde a Lehman Brothers, sus directivos nunca han sido responsables de lo que pasó.

No prometa ante la Constitución, mejor jure ante la Biblia. No hable de Estado aconfesional, elogie a dios como “legislador del universo”. No lo llame matrimonio, que las peras son peras, las manzanas son manzanas y la mujer-mujer es alcaldesa de Madrid. No diga Educación para la ciudadanía, diga mejor religión. Y deje de culpar al Gobierno del paro, de la situación económica o de la lluvia, que eso es cosa del pasado: ahora es culpa de la “herencia recibida” de la “hemorragia de la deuda”, de la “coyuntura económica general” y de la “crisis internacional”.
Y de la pertinaz sequía.

Actualización, unas horas después
No lo llame subida de impuestos: es un “recargo temporal de solidaridad”.


Del blog de Ignacio Escolar en Público
Viñeta de Internet.


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viernes, 30 de diciembre de 2011

Principo de congelación


Abríguense, que el año viene con mucho frío. De entrada, el gobierno ha congelado el salario mínimo interprofesional (SMI), que si bien nunca ha alcanzado una temperatura agradable, dejarlo en cero grados extiende la sensación de frío a muchos trabajadores. No sólo a los que cobran ese mínimo tan mínimo, sino a casi todos, pues el SMI se usa como referencia en los convenios; pero sobre todo porque los empresarios acusan recibo del mensaje que les envía el gobierno: reduzcan la temperatura salarial, que con el calorcito los trabajadores se amodorran y no son tan competitivos.
Los funcionarios, por su parte, vuelven al congelador donde ya han estado otras veces, y casi rezan por quedarse a cero, pues tras la reducción de este año nadie descarta que en algún momento vuelvan a bajarles el termostato, que es lo que los gobiernos tienen más a mano cuando deciden ahorrar en calefacción.
También se congela la tasa de reposición de funcionarios, es decir, que no se repondrán los que se jubilen. Con una excepción: las fuerzas de seguridad, que como ha recordado varias veces el ministro de Interior, tienen un papel importante en tiempo de crisis para “garantizar la paz social”. Dicho en plata: podemos tirar con menos médicos, maestros o técnicos, pero hacen falta más policías por si hay que calentar a los que se quejan del frío.
Con el frío extremo se congelan también las cañerías, y del grifo no sale gota. Y no es sequía: el Banco Central Europeo ha abierto la presa para que salga medio billón de euros, pero los dueños de las tuberías, los bancos, lo han recogido y lo han colocado deprisa en el propio Banco Central, que es el único sitio calentito con la que está cayendo.
Así que hoy estamos tiritando, esperando si el Consejo de Ministros anuncia aguanieve o frío polar. Lo previsto es que hoy giren sólo un poco el termostato, y dejen para marzo la bajada grande, no sea que se les congelen los votantes en Andalucía, que por el sur nunca cae bien el frío.
En fin, que deberíamos ir pensando algo para entrar en calor, antes de que nos quedemos tiesos del todo.


Del blog de Isaac Rosa "Trabajar cansa".
Imagen de Internet.

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jueves, 29 de diciembre de 2011

lunes, 12 de diciembre de 2011

Hoja de ruta al desastre

¿A quién le importa el calentamiento global mientras la economía mundial se tambalea? ¿Cómo nos va a preocupar la subida de temperatura con un 22% de paro? ¿Qué son las emisiones contaminantes comparadas con los activos tóxicos de la banca? ¿Cómo vamos a salvar el planeta si bastante tenemos con que sobreviva el euro?
La preocupación medioambiental es un lujo que reservamos para épocas de bonanza. Cuando las vacas son gordas, nos ponemos la chapa ecologista y vemos la peli de Al Gore. Pero cuando la economía aprieta, no me vengan con monsergas, que bastante tengo con lo mío. Lo mismo nuestros gobernantes: demasiado ocupados apuntalando el capitalismo como para echarle cuentas a la naturaleza. Y si encima hay que poner dinero, cerrar industrias contaminantes o renunciar a la energía barata, ya es que les da la risa.
El fracaso de la cumbre de Durban estaba tan cantado que bien podían haberse ahorrado la reunión. Hasta su fracaso pasa desapercibido, de poco que importa. Al final, unos tímidos compromisos para volver a reunirse otro día que estemos de mejor humor, y a seguir tirando. Eso sí: con una “hoja de ruta”, faltaría más.
Así es como seguimos cavando nuestra propia tumba. Porque la crisis del capitalismo y la crisis ecológica van de la mano. Forman parte del mismo proceso de ruina que Ramón Fernández Durán describe con rotundidad en un libro que todos deben leer: La quiebra del capitalismo global: 2000-2030.
Si fuese ficción sería una distopía, un relato de terror del futuro próximo. Pero no es ficción, es la realidad pura y dura, sobre todo dura, que el desaparecido Fernández Durán anticipa mediante el análisis entrelazado de tres quiebras que ya tenemos encima: el caos sistémico del capitalismo, la crisis energética y el colapso ecológico; tres jinetes del apocalipsis que cabalgan de la mano, y ante los que sólo se nos ocurre una salida suicida: la huida hacia delante, más capitalismo, más consumo de energías fósiles y más calentamiento global. Eso sí: ya tenemos hoja de ruta para no despistarnos por el camino y llegar a tiempo al desastre.



Del Blog de Isaac Rosa "trabajarcansa".
Público 12/12/2011.
Imagen de Internet


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sábado, 10 de diciembre de 2011

El Talonmano

 

Está imputado el socio de Iñaki Urdangarin, Diego Torres. Están imputados los responsables de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia que firmaron los contratos con esa ONG “sinónimo” de lucro. Están imputados también una decena de personas más que trabajaban en las empresas satélite del Instituto Nóos, que durante años presidió Iñaki Urdangarin. Tres preguntas evidentes: ¿a qué espera la Justicia para imputar al duque de Palma, a Iñaki Urdangarin? ¿Qué más hace falta para al menos tomarle declaración ante el juez? ¿No debería también la Fiscalía Anticorrupción investigar las cuentas de su mujer, la infanta Cristina, copropietaria al 50% de Aizoon SL, una empresa que se llevó 1,5 millones de euros del dinero que recogió la trama Nóos?
Las pruebas que rodean al yerno de rey son abrumadoras: es el mayor escándalo para la monarquía española desde que se aprobó la Constitución. El grupo Nóos, usando la jefatura del Estado como tarjeta de presentación, recaudó más de 16 millones de euros entre instituciones públicas y empresas privadas. Es casi el doble de la asignación que cobró el rey este año de los Presupuestos Generales del Estado para el “sostenimiento de su familia y su casa”.
En la larga lista de clientes del grupo Nóos aparecen 103 entidades: bancos, petroleras, ayuntamientos, autonomías… Entre todos los trabajos destaca, por su valor simbólico, un estudio de 134 páginas por el que Telefónica pagó 106.720 euros. Se titula “El compromiso con los stakeholders” pero el subtítulo es mucho mejor: “Manual para la práctica de las relaciones con los grupos de interés”. Es un deporte de élites del que parece saber mucho Urdangarin. Hay quien lo llama talonmano


Del Blog de Ignacio Escolar
Imagen de Tasio

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viernes, 2 de diciembre de 2011

¿Pagar más caro para ahorrar?

El conseller de Salud de la Generalitat catalana, Boi Ruiz, ha explicado su receta magistral para “salvar de la quiebra” al “inviable” sistema sanitario público español. Consiste en privatizarlo. Fácil, ¿verdad? La propuesta del conseller pasa por adoptar el modelo holandés: que cada ciudadano que no sea pobre de necesidad pague un seguro médico privado y obligatorio; allí el más barato les sale por unos cien euros al mes. “Hemos vivido por encima de nuestras posibilidades”, explica Boi Ruiz, citando el refranero liberal. Pero el conseller olvida algunos datos que conviene recordar.

El modelo holandés lo puso en marcha un gobierno conservador en el año 2006. En aquel momento, los holandeses dedicaban el 9,8% de su PIB a la salud, un porcentaje ligeramente superior al español (que es de los más baratos y eficaces que hay). Gracias a la privatización, ahora pagan el 12% del PIB y Holanda se ha convertido en el segundo país de la OCDE que más porcentaje de su riqueza se gasta en salud, sólo por detrás de EEUU y su ruinoso sistema privado (17,4% del PIB).

¿Por qué razón el conseller de Salud propone entonces “ahorrar” con un modelo sanitario que nos saldría más caro que el actual? Puede que la respuesta esté en la propia biografía de Boi Ruiz. Antes de que Artur Mas lo fichase para gestionar la salud pública, el conseller fue presidente de la Unió Catalana d’Hospitals: la patronal de los hospitales concertados catalanes. Desde ese cargo, Boi Ruiz defendió que los enfermos pagasen por las ambulancias o por la comida de los hospitales. Así que cuando el conseller habla de mejorar la salud, en parte tiene razón. Si sus recetas prosperan, sin duda mejoraría muchísimo la salud financiera de sus colegas de la patronal. 


Del blog de Escolar.net
Imagen de Nico

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jueves, 1 de diciembre de 2011

La farsa de la negociación laboral

Toxo y Méndez entran en la farsa de la negociación de una nueva y brutal contrarreforma laboral que ya está cocinada
En lugar de llamar a la movilización frente a lo que nos espera, de nuevo Toxo y Méndez entran en la farsa de una falsa negociación que sólo traerá, en el plazo de un mes, un nuevo y brutal ataque a los derechos de la clase trabajadora.
 
Imagen del Jueves
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Vienen por nosostros


Ayer el Consejero catalán de Salud, Boi Ruiz nos amenizaba el día planteando pólizas privadas a partir de un nivel de renta.

Y yo le digo:

LADRONES, dónde habéis metido el dinero de nuestras cotizaciones, os parece poco lo que os habéis quedado. A la SS se paga según se cobra, porqué hemos de pagar otros servicios si todo lo que se paga sale del dinero de NUESTRO TRABAJO. Sois unos insaciables H**** de la G*** P***.

Hoy el presidente de la patronal, Juan Rosell, ha defendido ante el futuro presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, la necesidad de "darle una vuelta" a la negociación colectiva en materia de salarios para "dar una señal de moderación en los próximos años"

Le contesto:
Según el confidencial del pasado día 23: "Casi seis de cada diez asalariados perciben menos de 1.282,80 euros brutos al mes, lo que sitúa sus ingresos por debajo de la barrera del ‘mileurismo’ después de pagar impuestos y cotizaciones sociales".
¿A quién pretende aplicar las pretensiones el presidente de la patronal? He de imaginar que será en primer lugar a la Casa Real, después a los miembros y miembras del congreso y toda la clase política que vive del erario público. Después supongo, que ellos los patronos, limitarán su margen de beneficio para reinvertir en sus empresas, algo de los que se olvidaron hace 30 años y cuyos beneficios los destinaron a comprar yates, villas de lujo, viajes de placer y putas.
Sea serio sr. Rosell. El problema no empieza ahora, ni se soluciona bajando los salarios ya bajos de por sí, lo comenzaron sus antecesores, ahora nos quieren hacer ver que hay que "socializar las pérdidas" cuando nunca repartieron ganancias.


Imagen del Roto
Post de Gogimagog en publico.es

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