Se ha terminado el último capítulo del libro de Negociación del Convenio Colectivo de Nurel.
Después de muchos años en la empresa no sé que ha pasado, hemos vuelto a la prehistoria laboral, no hago más que darle vueltas al asunto y sigo sin comprender.
Veo un Comité de Empresa roto, enfrentadas las secciones sindicales y lo que es peor, creo que se tardará mucho tiempo en restaurar la credibilidad en nuestros representantes?.
Llamar Convenio a este convenio es un eufemismo. Han llegado a un acuerdo -convenio- entre una de las partes, CCOO con el beneplácito mayoritario por agotamiento de la Asamblea. Esto último lo había intuido y de alguna manera reflejado en este blog, casi puedo decir que fue la razón de su nacimiento.
En todos estos años de lucha y negociaciones la parte económica es la que menos me ha importado, siempre he considerado más otros aspectos. Este convenio no era diferente, pero oír como estoy oyendo que es bueno, no es de recibo, algunos de los que defienden firma dicen que no se podía conseguir otra cosa.
Pues NO SE FIRMA, pero no nos vengáis con gaitas.
Pero hay miedo. Este convenio lo ha firmado el miedo, la gente más vieja y los jóvenes relevistas, en la creencia de que les beneficia. Unos porque se pre-jubilan y otros porque les han dicho que los harán fijos y jefes. Todo está por ver, pero todos no se van a pre-jubilar, al tiempo. Tengo que pensar que es normal que firmen, son viejos y están cansados, por el trabajo, por los incompetentes que nos dirigen (la gente que vale se va a otras empresas), por la falta de expectativas, por un montón de cosas. Yo soy uno de los viejos, pero no uno de ellos.
Los Jóvenes relevistas. Ah!! los jóvenes, éstos (la mayoría) han firmado por omisión, solo una minoría ha acudido a la última Asamblea, no han tenido la necesidad de ponerse de acuerdo para no ir, les niego esa capacidad, no han ido por cobardía y por egoísmo. Su relación edípica con la empresa es relevante y solo esperan ser mayoría para matar al padre, con la falsa esperanza de repartirse la herencia de sus despojos, que no de beneficiarse de la madre empresa.
Triste futuro. Edipo se quitó los ojos cuando se dio cuenta de lo que había hecho, la Juventud de Nurel se ha quedado ciega mucho antes. Lo lamentable es que esto que digo no es una metáfora, jóvenes de mi sección no tienen reparo alguno en decirlo y sólo esperan el momento adecuado para actuar.
Respeto la decisión de mis compañeros de trabajo como respeto la Constitución, por acatamiento. Pero eso no significa que esté de acuerdo y manifieste mi desacuerdo.
Se acentúan las diferencias. Hace unos años me opuse a la firma de un convenio que creaba diferencias entre trabajadores, como ahora me opongo a la firma de este convenio que las acentúa todavía más creando trabajadores de tercera.
Lo conseguido?
Turnos mal pagados. Trabajar a turnos por una miseria, llevar más de 35 años a turnos, si no te has jubilado dentro de tres años te aumentarán 1 euro por noche, otro euro por domingo y festivo y 150 € por trabajar el resto del año.
Contratos de relevo. Afecta a 126 trabajadores, pero sólo se beneficiarán entre 70 y 93 la cifra está por ver y la decidirá la empresa según sus intereses. Me recuerda la imagen decimonónica del señorito a caballo decidiendo quién trabaja y quién no. Significativa la entrada de esos asalariados que nunca fueron vistos en asamblea alguna acudiendo a la del lunes para votar SI al dictado de la empresa e intimidar con su presencia a los pusilánimes. Debería ser suficiente para que algunos miembros del Comité reflexionaran sobre esto.
Relevistas con la promesa de ser fijos y jefes, para 30 trabajadores, ¿y el resto?.
Las ETTs. Qué decir de todo esto sin apelar a la ética laboral, se me escapa. Llevamos 35 años quejándonos de la presencia de Gonzalvo y últimamente de Antares. Lo que viene es peor.
Para qué necesitamos sindicatos si no son capaces de controlar todos estos males.
De acuerdo, no soy tan ingenuo. Hace años que conozco a los muleros del Movimiento Obrero, que lo conducen de un lado a otro en función de sus intereses.
¿Cómo van a soltar el ronzal de la vaca sagrada del estado de cuya ubre están succionando?, el pasto de su afiliación no da para fijar sus posaderas en el asiento de sus despachos.
Como continuamos trabajando, espero, continuaremos hablando, que el mundo no se acaba.
Y como dice el jefe galo Abraracúrcix, a lo único que hay que tenerle miedo es: que el cielo nos caiga encima.