viernes, 31 de octubre de 2008

¿Porqué no te callas?

Por Javier Parra



Cada vez que abre la boca un Borbón se pone de manifiesto la naturaleza antidemocrática de la institución que representa. Primero fue el rey (cada vez con más minúsculas), cuando mandó callar a un Presidente elegido democráticamente, algo que aunque aplaudido por los bufones de la Corte evidenció el poco respeto de las monarquías hacia las democracias plenas.


Ahora le ha tocado el turno a la reina (también con minúsculas) Sofía, quien se ha atrevido a abrir la boca para opinar de política en un país en la que no está sometida a ningún control democrático. Se manifiesta contra los matrimonios homosexuales, contra el aborto, contra la eutanasia y a favor de la religión en las escuelas. Sin duda esta señora es la "joya de la Corona".


Ya lo ha dicho Antonio Romero: "la reina muestra su verdadera ideología, reaccionaria, conservadora y prácticamente filo fascista". Y no está sola en la Corte, y esa ha sido la razón del silencio discreto de los Borbones durante tres décadas. Hablar suponía ponerse en evidencia y eso era peligroso en una Monarquía sin monárquicos.


La Historia empieza dar la razón a los republicanos, es decir, a los demócratas. La institución caduca que supuestamente nos representa tiene los años contados en España, así que, Sofía, ¿por qué no te callas?. O aún mejor, sigue hablando.


Viñeta de Kalvellido


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jueves, 30 de octubre de 2008

La Segunda Transición

Durante el franquismo, los progresistas sufrían en sus propias carnes los rigores de la represión, y no tenían más opciones que la resignación o la clandestinidad.

Pero, en un país desarrollado, al poder le sale más a cuenta comprar a los progresistas que reprimirlos, y así, con la autodenominada “transición democrática”, la mayoría de los intelectuales y de los militantes de izquierdas se dejaron estabular dócilmente a cambio de pasto abundante y un pequeño reducto de permisividad en el que retozar.

El progresista se cortó la coleta subversiva y se convirtió en progre. Y se creó un partido político a la medida de este progresista apocopado, un partido de aluvión apresuradamente articulado alrededor de un núcleo pequeño pero prestigioso, combativo pero dentro de un orden. Y en poco, poquísimo tiempo el PSOE se convirtió en la primera fuerza parlamentaria del Estado español, en el principal dique de contención de la verdadera izquierda, en el mayor fraude político de nuestra historia reciente. Y en la coartada perfecta para millones de progres.


Es lo mismo que sucedió -y sigue sucediendo- con el cristianismo: en su nombre y para la supuesta defensa de sus ideales de igualdad y fraternidad, surgió la más perversa institución de todos los tiempos, la Iglesia Católica, la gran gestora del miedo y la ignorancia, impulsora o cómplice de los mayores atropellos de la historia, el soporte moral de la burguesía depredadora. No es casual que la Iglesia, la mejor aliada del capitalismo, haya servido de inspiración y modelo a mafias, partidos políticos y multinacionales, sobre todo en la católica España.


Pero la plena aceptación de la moral cristiano-burguesa requiere un grado de ofuscación o de hipocresía excesivo, inasumible para los sectores más ilustrados de una sociedad desarrollada. Solo un necio o un canalla puede defender, a estas alturas, la barbarie neoliberal o la represión sexual, por lo que era necesario articular un discurso alternativo (pero no radicalmente distinto) al del nacionalcatolicismo tradicional: había que crear una seudoizquierda que sirviera de refugio y coartada a los progres.


Y hay que reconocer que el PSOE, con la interesada colaboración de la más poderosa mafia mediáticocultural del país y de un importante sector de los sindicatos y de otros partidos supuestamente de izquierdas, ha hecho un buen trabajo. Hay muy pocos intelectuales que no hayan vendido su voz o su silencio, y solo uno, entre los grandes, que se atreva a denunciar el criptofascismo reinante (me refiero, obviamente, a Alfonso Sastre). Y los jóvenes revolucionarios de los setenta se han convertido, en su mayoría, en ejecutivos agresivos o funcionarios obedientes.


La represión y la caspa del franquismo no han dado paso a la libertad y la dignidad, sino a la seudolibertad del consumismo y la suprema indignidad de la impostura. Los progres de la “España democrática” (las comillas indican el uso irónico de ambos términos) son gourmets y llevan trajes de Armani, ven el cine de Almodóvar y de Amenábar, admiran a Woody Allen y a Paul Auster, escuchan a Serrat y a Sabina, leen a Muñoz Molina y a Javier Marías, sus “filósofos” son Fernando Savater y José Antonio Marina...


La elegancia superficial y la superficialidad elegante son sus emblemas, sus señas de identidad. Han sustituido el mito del héroe por el del antihéroe, a John Wayne por Humphrey Bogart, a Hércules Poirot por Philip Marlowe; han sustituido el compromiso y la lucha por el glamour y el talante. Creen que estar informado consiste en leer El País y ver la Cuatro, y ni siquiera tienen la decencia de callarse.


Pero su impostura es cada vez más difícil de mantener, no solo ante los demás sino también ante sí mismos. Tras la infamia de los GAL y otras manifestaciones flagrantes de fascismo explícito, ya no basta con ser moderadamente tonto para creer que el PSOE es un partido de izquierdas: hay que ser tonto de remate. Ante las pruebas irrefutables, cada vez más difíciles de ocultar, de que la tortura es una práctica sistemática e impune en el Estado español, hay que estar muy desinformado o ser muy obtuso para seguir pensando que esto es una democracia.


Y si para algo está sirviendo la actual crisis económica, es para que cada vez más personas se den cuenta de que el país sigue estando en manos de una oligarquía criminal que, una vez más, pretende que sean los trabajadores -y los inmigrantes, sobre todo los inmigrantes de usar y tirar- quienes paguen los platos rotos de un mercado que solo es libre para los ricos.


Se impone, pues, una segunda transición, un nuevo “cambio” (recordemos que esta fue la palabra fetiche del PSOE de Felipe González) hacia un capitalismo supuestamente nuevo, un nuevo traje nuevo para el emperador de siempre. Pronto asistiremos -estamos asistiendo ya- a un nuevo Pacto de la Moncloa, a un nuevo acuerdo entre ladrones de guante blanco y bota de hierro. Pero esta vez lo tendrán mucho más difícil. Solo podrán engañar a los que quieren ser engañados, a quienes dicen que votan con la nariz tapada, pero sin aclarar que tienen que taparse la nariz para no percibir su propio olor.


Si un fascista es un burgués asustado y un progre es un burgués con mala conciencia, ¿en qué se convertirán los asustados progres de la segunda transición?.


Carlo Frabetti es matemático y escritor.

" Sonrisas" Viñeta de Nico


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martes, 28 de octubre de 2008

Panfleto


Me resultan vomitivas las declaraciones de algunos dirigentes sindicales comentando la personalidad de José María Cuevas.

No quiero negar la importancia que ha tenido en el mundo de las relaciones laborales después de la Transición. Pero de ahí a hacer una lectura en positivo va un abismo. No puedo entenderlo si no es desde la complicidad. Para mi José María Cuevas ha representado en todo momento a la patronal más cerril, retrógrada y cavernícola de toda Europa. Fue un intransigente entre los intransigentes. Los llamados pactos sociales fueron los extremos de unas imposiciones más cercanas al “derecho de pernada” que algo que se pueda entender como resultado de negociaciones. Coautor cuando menos de la pérdida de los derechos sindicales conseguidos en la primera época de la Transición.

Sobre su persona que se puede decir que no se sepa, falangista convicto y confeso, colega de Martín Villa en los Sindicatos Verticales de franquismo, nunca fue empresario aunque si burócrata de algunas empresas, antes de ser el principal dirigente de la Patronal.

Dicen que fue “determinante para la democratización laboral en España”, “que este país se debe a personas como él”. Triste herencia la que nos deja, la de unos dirigentes sindicales que confunden el fin con los medios. Quizá tengan envidia de la huella que deja este prócer de la Patronal no la dejarán ellos en el recuerdo de los trabajadores, más bien al contrario pasarán al negro recuerdo de las relaciones laborales, con unos Sindicatos vacíos de afiliados, de acciones y de ideas. Que funcionan más como empresas de servicios que como entes representativos y reivindicativos. Excesivamente politizados, ¿qué pueden hacer estos sindicalistas mediocres que pasan más tiempo llenando sus fofas panzas dando conferencias con la derecha más recalcitrante que negociando mejoras para los trabajadores?


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viernes, 24 de octubre de 2008

Un grito: Fidalgo, Vete ya!!


Fidalgo, vete ya¡¡ o cuando menos, ¡¡calla!!

No nos hundas más en la miseria, ni en la vergüenza de llamarte sindicalista. Ni de decir que eres de izquierdas. Eres un desclasado, que no sabe hacer nada, te has acercado a la patronal y al poder, aguantas como puedes en tu poltrona porque eres incapaz de trabajar en algo productivo.

Pero la culpa de lo que haces no la tienes sólo tu. La tienen los que te mantienen porque son otros como tu. Vividores del sistema.

Coincido contigo que esto no se arregla yendo a Lourdes, añado yo, ni rezando, ni oyendo misa, ni en vuestra romería de mayo. Pero tu y los tuyos con vuestros vergonzantes silencios habéis contribuido a afianzar más el sistema.

Por favor no nos avergüences a los trabajadores, a los sindicalistas, a los que nos sentimos de izquierda.

CALLA y VETE. ¡¡YA!!.

Viñeta de Kalvellido


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Evo, los hombres-tierra, las mujeres-luna, los niños-caramelo y los hombres-rata


por Flavio Dalostto


Los hombres-tierra se volvieron hacia su jefe, y le preguntaron: "Comandante, ¿Quiere que expulsemos a los hombres-rata?". El Comandante miró el edificio de papel, y les dijo: "No. Los echará la historia". "Si quiere, podemos", insistieron las mujeres-luna. "No, queridas, los derrocará un relámpago", las contuvo el Comandante. Desde adentro, un grupo de hombres-rata, miraron asustados la muchedumbre, "¿Qué hacemos? ¿Huímos? Sería lo más conveniente", se consultaron. En la plaza de los mil colores, la humanidad de Tierra y Luna, aguarda la rendición del raterío, impacientes. "Tranquilos", dice el Jefe. "Nadie morirá Hoy". "¿Sómos muchos?", preguntan los niños-caramelo. "Somos Todos", les contesta el Comandante."Las ratas no se rinden", se agita un campesino con sus ojos de barro. "El raterío resiste", se enoja una chapaca con su pelo de petróleo. "Caerán", sentencia el Comandante, y los demás asintieron. "Caerán", repitieron Todos.

El grano de pus, los opositores que infectan en el Congreso Nacional Boliviano, está por reventar. El corazón agrio de los enemigos de la Patria, se avieja y se endurece, debajo de la piel de la Bolivia Nueva. Evo aprieta el grano. Sabe que ya está maduro. Sabe que el tiempo se ha acabado, y que suave pero firme, ese grano debe salir hoy del rostro de Bolivia. Por eso aprieta y aprieta, pero no lo revienta. Morales quiere que la infección se endurezca, coagule, se reduzca; sin que salga sangre (o la menor cantidad de sangre posible). Por eso, lleva su paciencia infinita hasta la exasperación. Por eso nos irrita. Quisiéramos que el Comandante avance con todo su poder, y sacando una espada corte el grano y lo arroje lejos, sanguinolento, herido de muerte. El Comandante no lo hará, derrotará a su enemigo sin un tiro, sin un muerto. Es el Comandante de la Vida. No pude igualarse a los Dueños de la Muerte. No puede Odiar el Odio. No puede vencerlos con sus mismas armas, porque sería uno de ellos. Sería un hombre-muerte.

http://la-opinion-argentina.blogspot.com/

lunes, 20 de octubre de 2008

Sistema Corrupto



por Antonio José Gallardo Rodrigo, un víctima del capitalismo


“Invertir en Bolsa es asumir es asumir un riesgo que no se ha valorado” dice Juan Torres López (Catedrático de Economía) en Rebelión, sobretodo si el dinero proviene de las arcas del Estado. Y como todos sabemos las Bolsas se hunden y sumergen al sistema financiero capitalista en un caos al haber comprado papel sin vínculo con la actividad productiva o en su defecto haber invertido sobreexplotando el sector inmobiliario: la especulación.

En el 2007 el gobierno neoliberal de Zapatero anunció que una parte de los fondos de la Seguridad Social que estarían dedicados a pagar pensiones se invertiría en Bolsa alimentando la especulación con el dinero público y quiero recordar que contó con CCOO-UGT, la patronal y el Ministerio de Trabajo.(Los amiguetes, aunque luego cada cual haga su papel).

Este progresismo hacia el vacío abanderado por el PSOE nos está llevando al empacho de la supuesta izquierda que jamás ha gobernado este país. Nos quieren hacer creer que el malo de la película-crisis es el ganster americano-bush, mientras adornan el sistema capitalista, haciéndonos confiar en su control; el control... Ellos no tienen ninguno para poner sus sucias manos en los ahorros de todos los trabajadores y pensionistas, hipotecando el futuro de nuestros hijos. Estos administradores del capitalismo entregan nuestro dinero a los banqueros mientras la fila de parados se dispara superando los dos millones y medio y la pobreza avanza, amplificando su síntoma destructivo y criminal en los países más pobres. La miseria se extiende por Europa mientras sus gobernantes vacían las arcas para entregárselas a los banqueros, esos salvadores, verdaderos asesinos de guante blanco. Se han socializado las pérdidas, sí, pero sólo entre la clase obrera y se han privatizado los beneficios proporcionalmente al saqueo criminal ejecutado por los gobiernos ¿democráticos? Jajajaja.

Estos gobernantes son unos sinvergüenzas y aquí no se escapa ningún político profesional. Ninguno. Tienen la suerte de contar con un adormecimiento de la población producido por el empacho de medios tóxicos, telebasura formativa, que han adulterado la concienciación de la clase obrera, única paciente de esta crisis capitalista. Si este pueblo despertase de su hipnosis no quedaría ninguno de los politiqueros que hay en sus puestos, ni por supuesto esta monarquía que se sube el sueldo multimillonario mientras el pueblo sufre un paro masivo. Pero ¡cuidado!, cuando eso ocurra, tendremos la policía y el ejército, maravillosos ambos, recordándonos a quienes protegen.


Publicado en inSurgente
Viñeta de Tasio

lunes, 13 de octubre de 2008

sábado, 11 de octubre de 2008

La Mala Reputación



En mi pueblo sin pretensión
Tengo mala reputación,
Haga lo que haga es igual
Todo lo consideran mal,


Yo no pienso pues hacer ningún daño
Queriendo vivir fuera del rebaño;
No, a la gente no gusta que
Uno tenga su propia fe
No, a la gente no gusta que
Uno tenga su propia fe
Todos todos me miran mal
Salvo los ciegos es natural.

Cuando la fiesta nacional
Yo me quedo en la cama igual,
Que la música militar
Nunca me pudo levantar.
En el mundo pues no hay mayor pecado
Que el de no seguir al abanderado
Y a la gente no gusta que
Uno tenga su propia fe
Y a la gente no gusta que
Uno tenga su propia fe
Todos me muestran con el dedo
Salvo los mancos, quiero y no puedo.

Si en la calle corre un ladrón
Y a la zaga va un ricachón
Zancadilla doy al señor
Y he aplastado el perseguidor
Eso sí que sí que será una lata
Siempre tengo yo que meter la pata
Y a la gente no gusta que
Uno tenga su propia fe
Y a la gente no gusta que
Uno tenga su propia fe
Tras de mí todos a correr
Salvo los cojos, es de creer.

Ya sé con mucha precisión
Como acabará la función
No les falta más que el garrote
Pa' matarme como un coyote
A pesar de que no arme ningún lío
Con que no va a Roma el camino mío
Que a le gente no gusta que
Uno tenga su propia fe
Que a le gente no gusta que
Uno tenga su propia fe
Tras de mí todos a ladrar
Salvo los mudos es de pensar.


de Georges Brassens
Viñeta de Kalvellido