miércoles, 30 de septiembre de 2009

¿Comprados?

El Boletín Oficial del Estado confirma que CC.OO y UGT recibieron del gobierno más de siete millones de euros al mes



InSurGente.- Los ingresos de los dos sindicatos mayoritarios españoles, Comisiones Obreras (CC OO) y UGT, por las principales subvenciones y ayudas estatales fueron de más de 7,13 millones de euros al mes en los dos últimos años, según los datos publicados en el BOE. El cálculo resulta de la contabilización del dinero que han recibido durante 2008 y 2009 en concepto de ayudas y subvenciones: más de 170 millones, la mayoría para cursos de formación y “actividades sindicales”.


Agencias/insurgente.-

En 2008, sólo CC OO recibió de las arcas públicas más de 105,1 millones. Un poco menos le quedó a su homólogo, ya que de esa misma partida y en ese mismo periodo UGT ingresó más de 65,9 millones. Éstas son las cantidades que, grosso modo, cobran los dos sindicatos mayoritarios de nuestro país y todo ello sin tener en cuenta las aportaciones de los afiliados y asociados.


Estas cuantiosas ayudas estatales coinciden en el tiempo con su apoyo incondicional al Gobierno. Por ejemplo, después del debate del estado de la nación los sindicatos rubricaron un texto de apoyo a la política del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Además, han aceptado la congelación de sueldos de los funcionarios e incluso, han llegado a plantear movilizaciones en contra de los empresarios.


Y es que el presidente del Gobierno insiste en que la paz social es crucial para conseguir que la política económica encuentre de nuevo la senda del crecimiento. De momento, parece que lo consigue, ya que Zapatero es el único presidente del Gobierno que ha logrado que durante su mandato los sindicatos no convoquen movilizaciones masivas contra el Gobierno.


Publicado en Insurgente.
Imagen de Kalvellido.


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martes, 29 de septiembre de 2009

A vueltas con la bolsa de plástico

Por Juan Mari Beldarrain.
Miembro de Eguzki.


Lo que puede reducir un consumidor al año lo "compra" en un semana en los supermercados


Asistimos estas semanas a una intensa campaña mediática sobre la retirada de las bolsas de plástico en algunas grandes extensiones comerciales (hiper, super, mega...). Incluso apocalípticos anuncios televisivos nos conciencian sobre la maldición de la bolsa -de plástico-, que puede acabar con el planeta, y si nos descuidamos hasta con los que habitamos en el mismo.

En principio la cruzada contra las bolsas de plástico, a los que estamos «en contra de todo», nos podría parecer estimulante, pues llevamos años preconizando el freno al abuso consumista de las bolsas de usar y tirar. Pero fieles a nuestra tradición -«en contra de todo»-, esta iniciativa nos huele a chamusquina. Que quienes nos han impuesto esta forma de consumo, las grandes superficies, se vuelvan ahora más «radicales» que los ecologistas no acaba de convencernos.

Que si gastamos 280 bolsas per cápita al año, que si tardan más de 400 años en descomponerse, que incluso matan peces y mamíferos marinos. ¡Horror! Los hiper, super, maxis, haciendo de Al Goore y responsabilizándonos a los consumidores de todo este desastre. Llévate el carrito, use la bolsa de rafia, sé responsable, no jodas el medio ambiente, te vienen a decir.

Y lo jodido es que es verdad. Pero hay un «error» en la atribución de la responsabilidad. No somos nosotros, los consumidores, los que tenemos la llave para acabar con este consumo insostenible. Es el «telepredicador» el responsable de que hayamos llegado a esta situación.

Los fabricantes y las grandes superficies son lo que han acabado con las botellas reutilizables y retornables, para ahorrarse espacio con el stock. No nos dan opción a elegir, botellas de un solo uso o botellas de beber y tirar.

Para eso se inventó el punto verde, nosotros pagamos los envases no retornables, y ellos se ahorran su recogida, almacenamiento, retorno, y reutilización. Y encima de pagar, se lo devolvemos gratis, si es que somos ciudadanos concienciados.

Nos proponen/imponen no utilizar estas bolsas de plástico como fórmula para respetar el medio ambiente, pero mientras tanto ellos siguen vendiendo bolsas de plástico para la basura de los residuos que les compramos. Señores, ¡sean consecuentes! Retiren también de las estanterías de sus hiper, maxis... esas malditas bolsas que tanto daño hacen.

Pero lo gordo del asunto es que tú, con tu carrito, reduces al año 800/900 gramos de residuos de plástico en concepto de bolsas, y ellos en una semana te «venden» kilo y medio de basura en forma de envases de plástico. Tienes en sus estanterías PE; PP; PS; PET; PE AD; PE BD... y toda la gama imaginable de plásticos a tu disposición. Hortalizas del Levante envueltas en plástico, verduras, embutidos, champú, lácteos, refrescos... sin límite. Y ahora resulta que el mayor problema ambiental son las dichosas bolsas que te proporciona la cajera. A esto se le llama intentar engañar a un bobo.

Quienes han acabado con el comercio local, quienes ponen la soga en el cuello de los productores locales, con carnes de Rumanía, verduras y hortalizas traídas de Africa, con leche y quesos alóctonos, con agua «extranjera», frutas tropicales y pescados «índicos», pretenden responsabilizarnos, ahora, a los consumidores del estado del planeta.

Entendemos que en esta época de crisis en el consumo, los responsables de marketing de las grandes superficies, pretendan mejorar la imagen corporativa dándose un «lavado verde».

Pero es inaceptable que todo el peso recaiga sobre la conciencia del consumidor. Se nos pide que demos el paso y hagamos el esfuerzo, pero ellos mientras tanto se ahorran el coste de las bolsas y el correspondiente pago del punto verde de las mismas.

Si los fabricantes, envasadores, y grandes superficies comerciales, quisieran hacer algo de verdad por reducir las agresiones al medio ambiente y al aumento de residuos que sus negocios generan, mejor harían en reducir el sobreenvasado, poner a nuestra disposición la opción de adquirir envases retornables, fomentar los productos locales, pagar precios dignos a nuestros productores y un largo etcétera.. Seguro que estas medidas van en contra de sus beneficios, pero seguro que son más eficaces para respetar el medio ambiente, que la anécdota de retirar las bolsas.

Y no nos parece mal esta retirada, la apoyamos, pero el paso tiene que ser más serio y bilateral. Sustituyan los envases de plástico de origen petrolífero, por envases menos agresivos y naturales de fécula de patata u otros de origen y tratamiento orgánico, y entre todos ganaremos la batalla al plástico contaminante. Si no, toda esta fábula de la retirada de las bolsas no pasará de ser un señuelo propagandístico.

Que las bolsas no nos impidan ver el bosque, allí donde quede.


Juan Mari Beldarrain Miembro de Eguzki

Publicado en Gara

Imagen ???

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domingo, 27 de septiembre de 2009

A todos los olvidados


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Hoy me gustaría estar con vosotros, recibir y, dar ese cariño y, apoyo que toda persona necesita, lo necesité en 1975 y sigo necesitándolo, puesto que el apoyo y el reconocimiento tanto a Luís, mi marido, como a los otros camaradas fusilados el 27 de septiembre sigue estando pendiente.

Han pasado 32 años, 32 largos años en los que han sucedido muchas cosas, muerte del Dictador, y el camino a una democracia…… Democracia, palabra maravillosa que nadie tendría que invocar, debería ser innata, aunque lo es, como el nacimiento; hoy, esa palabra puesta en boca de determinadas personas me produce asco, la han convertido en un palabro más, la han convertido, en una coletilla a añadir a cualquier frase dicha por “profesionales” de la política, profesionales que han sido elegidos por el pueblo llano y que luego sentados en su sillón de cuero la reconvierten a su conveniencia.

Pero nosotros, siempre estaremos aquí, nunca abandonaremos nuestras ideas, nuestra forma de pensar, se evoluciona sí pero,.. nunca para peor: No soy chaquetera, no soy tránsfuga de nada, no estoy en ningún partido político, quiero libertad, quiero democracia, quiero decidir a mis representantes en el Gobierno, este Gobierno que se le llena la boca con proyectos de Ley que luego no cumple o que desvirtúa no escuchando al pueblo, yo para esto no he luchado en la Dictadura y me he jugado la vida y puedo afirmar que tampoco txiki, Juan, José Humberto, Ramón y Luís dieron la vida para que aún hoy después de 3 décadas, sigan sin el reconocimiento estatal que merecen y las ideas por las que lucharon.

No nos equivoquemos, hoy estamos hablando de los últimos fusilados por la horrenda Dictadura franquista, pero mi opinión es que debe de ser una conmemoración, un recuerdo de todos aquéllos que lucharon y murieron por defender la República y la Democracia, por eso, nunca admitiré una Ley de la Memoria Histórica promulgada con miedos y reservas, si el Gobierno piensa que tiene que cumplir un puro trámite para contentar a derechas o izquierdas, dejando en la cuneta las legales reivindicaciones democráticas que lo hagan, pero que no cuenten con mi apoyo.

Quiero la anulación de todos los Consejos de Guerra desde el inicio de la sublevación militar fascista hasta los últimos, por la sencilla razón de que nosotros, no hicimos sino lo que nos correspondía, responder a una Dictadura Militar, impuesta por las armas.

Es obligación del Estado devolver el honor de todos los luchadores demócratas, nos lo deben, no nos valen componendas de última hora, nuestros héroes también lo son de todo el pueblo Español, los luchadores somos todos, pero nuestros muertos y, también los vivos, merecen recibir todos los honores como defensores de la Democracia que fueron y dieron su vida por ella.

Salud y Libertad
Gora Euskadi libre


Silvia Carretero
Viuda de José Luís Sánchez - Bravo Solla fusilado el 27 de septiembre de 1975


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sábado, 12 de septiembre de 2009

Siempre en mi recuerdo


con 24 horas de retraso


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lunes, 7 de septiembre de 2009

La gran estafa de la intervención social 2ª parte

Realizar informes

A día de hoy, la función principal de los servicios sociales es la elaboración de informes. Es más fácil entender lo que decimos con un ejemplo. Pongamos el caso de un niño que muestra un comportamiento conflictivo en el colegio. El orientador del centro elaborará informes sobre el niño, que finalmente elevará a la inspección educativa, donde algún técnico derivará el caso a los servicios sociales del Ayuntamiento, tras el preceptivo informe. Los técnicos municipales citarán a la familia, que empezará a ser investigada, y será objeto de nuevos informes. Desde el Ayuntamiento se hará un seguimiento del caso, seguramente a través de alguna ONG concertada para tal fin. El educador de dicha ONG elaborará nuevos informes, donde se hablará del desempleo del padre y sus problemas con el alcohol, y de la desatención que sufre el niño también por parte de la madre, que pasa muchas horas fuera de casa. El caso será derivado a la Consejería de Bienestar Social de turno, donde nuevos informes apuntarán a la necesidad de tutelar al menor por estar en situación de riesgo y desamparo. El niño irá a un centro de acogida, donde nuevos informes decidirán su futuro. Hay que fijarse en la cantidad de instituciones, ONG y recursos que se están dedicando al niño, cuánta gente está ganando un sueldo sin dar ninguna solución real a la familia. ¿Dónde está la famosa redistribución de la riqueza? Porque el padre sigue siendo un parado de larga duración y la madre sigue viéndose obligada a desatender su propia casa para atender la de los demás y ganar así algo de dinero para sustentar a la familia. Pero ahora ya no podrán ni quejarse: son objeto de investigación (y por lo tanto al menos sospechosos de ‘algo’), su intimidad avasallada y además tendrán que ser sumisos y obedientes ante las órdenes de los servicios sociales para evitar que alguien escriba en un informe aquello de ‘actitud oposicionista ante la intervención’ y no perder así definitivamente a su hijo legalmente secuestrado.

De la idea de organizar mecanismos de redistribución de la riqueza, ha surgido un todopoderoso Gran Hermano, muy eficaz como cuerpo parapolicial de control social, y muy hábil también a la hora de hacer desaparecer ingentes cantidades de dinero público entre sueldos y ‘gastos de gestión’ de las distintas ONG y fundaciones, que a los servicios sociales hace ya que les llegó también lo de la externalización de servicios. Sin embargo, la ineficacia a la hora de resolver los problemas reales de las personas a las que ‘ayudan’ es asombrosa. Por decirlo a las claras, tras la intervención de los servicios sociales, los pobres siguen siendo pobres, pero ahora están ‘fichados’ y vigilados. Es más, mientras que el enorme ejército de asistentes, trabajadores sociales, educadores, integradores, etc., crece exponencialmente, los índices de pobreza y exclusión social no sólo no disminuyen sino que tienden a crecer.

¿Podemos entonces concluir que los servicios sociales no funcionan? En absoluto. Desde el punto de vista de la clase dominante funcionan a la perfección. No sólo han sido capaces de crear un sistema tremendamente burocrático y represivo tan sibilino como eficaz a la hora de mantener a raya a la pobreza y ocultarla, sino que además han conseguido que sea económicamente rentable. Le han dado la vuelta a la tortilla y hemos pasado de la redistribución de la riqueza a la mercantilización de la pobreza. La patronal ha encontrado una nueva fuente de negocio a través del desvío de dinero público hacia sus bienintencionados bolsillos, y además han conseguido coartada ideológica: el sistema funciona bien, y los pequeños desajustes se solucionan gracias a los generosos recursos que las administraciones destinan a fines sociales. Quien a pesar de esto se encuentra en la pobreza y la exclusión es por su propia voluntad. Y además, le quitan armas a los ya indefensos… ¿con qué legitimidad vas a rebelarte contra quien te ayuda?

Los políticos logran así esconder la pobreza, la burguesía encuentra una nueva fuente de ingresos y apuntilla los mecanismos de control social, y miles y miles de jóvenes con titulación universitaria que no tendrían más futuro que el paro o el Burger King encuentran algo más acorde a su estatus, ya que si bien seguramente sea un empleo precario y mal pagado, es un trabajo relativamente cómodo y socialmente prestigioso. No pretendemos culpar al conjunto de los trabajadores del sector de la intervención social del funcionamiento del sistema, pero tampoco podemos olvidar que Hitler no mató con sus propias manos a seis millones de judíos: muchos millones de informes asépticos se tuvieron que escribir para ejecutar el Holocausto.


Publicado en Diagonal. septiembre de 2009. Número 108.


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domingo, 6 de septiembre de 2009

La gran estafa de la intervención social 1ª parte

Cuando las desigualdades sociales se evidencian con mayor crudeza y los presupuestos sociales de la Administración se ven mermados, ¿cuál es el papel de los y las trabajadores sociales? ¿Ponen paños calientes o hacen efectivos derechos básicos? ¿Es un empleo con mayores implicaciones? ¿Hay margen de maniobra para una labor crítica?

Las diferencias sociales que genera el sistema económico imperante conllevan situaciones en las que muchas personas necesitan de la solidaridad del resto. Situaciones que no han pasado desapercibidas para el conjunto de la sociedad. De esta forma, a lo largo del siglo XX, fue surgiendo el concepto de “servicios sociales”. Sin duda, una conquista histórica del movimiento obrero que con su lucha arrancó concesiones y obligó a los Estados a destinar una parte importante del dinero público a las llamadas políticas de bienestar social, como forma de redistribuir la riqueza y garantizar así un mínimo nivel de vida a todas las personas. Ésta es la base ideológica del llamado “Estado del bienestar” que durante décadas imperó en los países capitalistas avanzados.

Este sigue siendo el concepto que sobre los servicios sociales impera en el ideario colectivo. Pero bajo el modelo capitalista, incluso los grandes avances sociales conquistados tras décadas de lucha, pueden verse distorsionados, hasta volverse en su contrario incluso. Ya hace mucho que el genio literario de Orwell nos advertía del peligro de perder el poder sobre el lenguaje, ya que pensamos (y por tanto actuamos) en base a conceptos lingüísticos. Y esto es lo que ha pasado con los servicios sociales: seguimos pensando en ellos en su concepto original, pero nos han dado el cambiazo al modificar sus funciones reales, sin que nos hayamos percatado siquiera.


Publicado en Diagonal. Septiembre de 2009. Número 108

Imagen de Google, autor desconocido.


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miércoles, 2 de septiembre de 2009

¡Qué País!


Podría decir bendito, pero grito ¡madito país!.

Con el fin de las ¿vacaciones?, ¿se puede decir vacaciones cuando te han mandado al paro?. Nos enteramos que la aspirina, sí la aspirina, esa que siempre nos habían dicho que era buena para todo, ya no sirve. Se reúnen los chamanes y nos dicen que no, que una aspirina al día ya no sirve para frenar los problemas coronarios, como nos habían dicho durante muchos años. Está claro que el negocio ya no está en vender aspirinas, que son baratas, cuando se pueden vender vacunas contra la gripe A, que además con la buena campaña publicitaria que le están haciendo a nivel mundial les dejará más beneficios. Y como esto de la gripe es una cosa mutante, pues al año que viene otra vacuna y más eurodólares para la multinacional.


Con el fin del verano también nos cuentan los medios, del resurgir del fascismo. Ataques físicos a diferentes sedes de la izquierda. Convocatoria del partido MSR, de ideología neonazi, xenófoba y antidemocrática, en septiembre en uno de los locales del ayuntamiento de Zarasufre. Que en el pueblo de Fraga Iribarne, el pregonero de las fiestas haga mención al felón golpista y dictador llamándole Don Francisco Franco Bahamonde.


Pregunto, ¿cómo es posible que en la Europa de hoy no se aplique el código penal, por apología del fascismo y golpismo?.


Oía hace unos días que vuelve uno de los periódicos de la extrema derecha, no sé si es Arriba el Alcázar u otro parecido, me da igual. Garzón cerró Egín y Egunkaria. Veremos si tiene narices para aplicar los mismos criterios a estos medios. De momento ya vemos que no, que con la derecha no se mete, porque cuando lo hace siempre lo hace mal y luego quedan en la puta calle.


En realidad no somos más que una monarquía bananera.

¡qué asco!


Quizás, pensándolo mejor no nos venga mal una tortilla de aspirinas.


Imagen de Kalvellido


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