sábado, 30 de octubre de 2010

Carta a los torturadores

Alfredo Irisarri, aita de Egoi Irisarri, detenido por la Policía española.



No hace falta que me presente, sabéis quien soy y donde vivo.

La otra noche irrumpisteis en mi hogar, rompiendo nuestra intimidad, nuestra tranquilidad, nuestra familia, pero vosotros sabéis tan bien como yo, que no rompisteis nuestra dignidad.

Mentisteis, como es habitual en vosotros, pues me asegurasteis que no ibais a utilizar ciertos métodos (la verdad, no os creí). Nos extrañó tanto tacto y corrección, pero ahora lo sé: era sólo una careta. Una careta que debajo esconde el odio y la maldad.

¿Alguna vez os han dicho vuestros padres las veces que le dije yo a mi hijo, cuánto le quería y lo orgulloso que estaba de él?

No os odio, no, es algo peor. Os tengo miedo.
¿Qué sois capaces de hacer?


Publicado en lahaine.org

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viernes, 29 de octubre de 2010

Derribemos el muro de silencio cómplice


Autoridades y grandes medios ocultan las denuncias de torturas
¡Derribemos el muro de silencio cómplice!



Es más que obvio que en el Estado español existe un espeso muro de silencio para ocultar la cruda realidad de la tortura. Un muro por desgracia muy eficaz y bien difícil de resquebrajar debido a que las autoridades cuentan con la absoluta complicidad de los grandes medios de comunicación.

La gran mayoría de las denuncias de torturas son así completamente silenciadas, y cuando los casos son de verdadero escándalo, como el de Portu y Sarasola, sale a relucir el negacionismo que tan acertadamente denunció el Relator Especial de la ONU para la Tortura, Theo van Boven, quien comparó la actitud de las autoridades españolas con la del dictador argentino Videla, poniéndolos al mismo nivel en lo que se refiere a su obstinada negativa a admitir la existencia del tormento.

Amnistía Internacional también denunció muy adecuadamente en un informe hecho público hace un año, “España: salir de las sombras. Es hora de poner fin a la detención en régimen de incomunicación”, lo que esconde dicho estricto régimen aplicado en el Estado español. Así, recalcó que la actuación de las autoridades españolas al respecto incumple hasta un total de siete pactos, convenios y reglas internacionales que tratan de garantizar los derechos de las personas detenidas. Y puso al descubierto toda la compleja arquitectura desarrollada a lo largo de los años por el Estado español para otorgar total libertad e impunidad a las fuerzas policiales, desarrollando un régimen de incomunicación a manera de «agujero negro» que se traga sin dejar rastro todos y cada uno de los derechos de los detenidos. Por ello, Amnistía Internacional pidió la inmediata derogación de dicha medida.

Otro tanto han venido demandando insistentemente importantes organismos de la ONU y del Consejo de Europa quienes subrayan que la incomunicación crea condiciones que facilitan la perpetración de la tortura: crea un espacio opaco que imposibilita que los torturados puedan aportar pruebas de lo que realmente sucede en las dependencias policiales.

En dichas circunstancias, por lo tanto, en ningún caso cabe pedir a las víctimas del tormento que aporten pruebas de lo que les han hecho. Es a las autoridades a las que sin duda corresponde probar que no ha habido torturas, tal y como subraya la reciente sentencia del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo condenando al Estado español por no investigar la denuncia de torturas de Mikel San Argimiro: «en el caso de personas incomunicadas (…) en verdad conviene considerar que la carga de la prueba recae en las autoridades, que deben dar una explicación satisfactoria y convincente».

A ellas corresponde explicar porqué, mientras los militantes vascos arrestados en el Estado francés se niegan a declarar en dependencias policiales, los detenidos en el español cantan hasta la traviata y se autoinculpan e inculpan a terceros en hechos que no se sustentan en ninguna prueba y que acarrean innumerables años de condena.

Por ejemplo , en el reciente caso de Xabier Atristain y Juan Carlos Besance, que expliquen, de modo satisfactorio y convincente, el motivo por el que «Atristain realizó, a petición de la Guardia Civil, croquis de los zulos en los que escondían o habían ocultado armas y explosivos». Zulos que en ningún caso hubiesen encontrado de no ser por esa “colaboración espontánea” tan inexplicable. Tanto más, si se tiene en cuenta que cinco meses antes Atistrain fue entregado directamente al juez por las autoridades francesas, lo negó todo en la Audiencia Nacional, y ante la falta de pruebas lo tuvieron que poner en libertad.

Los media españoles también tienen muchas cosas que explicar respecto a ese caso. Entre ellas, porqué mintieron tan descaradamente afirmando que los detenidos ratificaron sus declaraciones autoinculpatorias ante el juez. O porqué no se extrañaron en absoluto de que Besance se autoinculpara "espontáneamente" de haber participado en atentados ocurridos una década antes sin que mediara prueba alguna de dicha participación.

Esos grandes medios de comunicación que tanto empeño ponen en ocultar las denuncias de torturas han remarcado en numerosas ocasiones que los militantes de ETA detenidos en Francia guardan silencio. También cuentan alborozados cómo en España confiesan y lo cuentan todo «con pelos y señales», pero por si acaso nunca remarcan la enorme diferencia que se da al respecto entre ambos Estados. Porque la conclusión que se saca de dicha diferencia es indiscutible: en el Estado español se arrancan las confesiones, en muchos casos falsas, a base de torturas. En lugar de ello, se abstienen de pedir la más mínima explicación a las autoridades y avalan todas las versiones oficiales, con lo que muestran una absoluta complicidad con los torturadores.

Complicidad que también suele quedar en evidencia cuando silencian el gravísimo hecho de que los torturadores condenados sean una y otra vez posteriormente indultados, condecorados, ascendidos, y promocionados a puestos de innegable importancia. Lo cual está, además, en abierta contradicción con la sempiterna versión oficial, ésta también negacionista, de que las autoridades no estaban en absoluto implicadas en lo que dichos torturadores hicieran o dejasen de hacer. Exactamente la misma versión que suelen dar respecto a la guerra sucia de los GAL.

Por eso es tan importante de nunciar ese negacionismo tan flagrante ante los organismos internacionales, demandando que se constituya una Comisión de la Verdad que esclarezca todo lo sucedido durante estas décadas de conflicto. Y lo es porque mientras una de las partes ha reconocido siempre sus responsabilidades, la otra basa toda su estrategia de Estado en la mentira y la negación, sobre todo en lo que concierne a la tortura, y seguirá actuando del mismo modo si no se articulan medios eficaces para impedirlo.

Por eso es tan importante acudir masivamente el sábado a la manifestación de Donostia contra la tortura. Para ayudar tanto a desenmascarar a todos los cómplices de los torturadores como a derribar ese muro de silencio cómplice e hipócrita levantado a fin de ocultar la cruda realidad del tormento en Euskal Herria, y al mismo tiempo seguir construyendo un muro de solidaridad y compromiso que nos proteja de esos torturadores.


Xabier Makazaga autor de Manual del torturador español


Publicado en rebelion.org

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miércoles, 27 de octubre de 2010

En busca de la paz



El mediador, firmante de la Declaración de Bruselas, forma parte del Internacional Peace Research Institute de Oslo
Linstroth acusa al gobierno español de usar "medidas represivas", "tácticas sucias" y de "no haber cumplido sus promesas con ETA"





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Publicado en rebelion.org


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viernes, 15 de octubre de 2010

Sólo se puede salir de la crisis trabajando más y ganando menos

Estimado señor Díaz Ferrán:

Yo no soy, como usted, un gran empresario, un tipo hecho a sí mismo, un representante casto de la patria de los grandes hombres que están haciendo historia.

Le escribo esta carta para agradecerle la claridad de sus palabras, al fin y al cabo estoy en el paro desde hace 20 meses porque una gente que pensaba y actuaba como usted decidió cambiar 75 trabajadores con experiencia por otros que lo hicieran más barato y de esta manera ahorrar gastos, claro que en ello también colaboraron el gobierno y los liberados sindicales.

Sus palabras me reconfortan en un mundo de tanta hipocresía. Por fin álguien llama a las cosas por su nombre.

Le doy las gracias infinitamente por sus expresivas palabras que definen a la patronal española con claridad. Este país va mal, señor Díaz Ferrán, estoy de acuerdo con usted, para poner en su sitio el gran nombre de la patria es preciso que nuestra servidumbre esté quietecita, lamiendo los pies del amo.

Es así señor Ferrán, como usted dijo; los trabajadores tienen que trabajar más, más horas, muchas más, por menos dinero, sí señor, así se expresa un buen patrón español y nada de festivos, ni de licencias médicas, que los médicos no están para bobadas de obreros enfermos de cólera, ¡que se pongan manos a la obra!, que ya va siendo hora de hacerles saber quién manda aquí.

¡Ay señor Díaz Ferrán!, ¡cuántos hombres como usted se necesitan guiando el destino de esta patria!

¡Cuánta verdad hay en su mirada, qué sabiduría la de sus palabras !

Recuerdo aquellos tiempos en los que los obreros se quitaban la boina para saludar al amo, tiempos gloriosos que sin duda van a volver, recuerdo que incluso le pedían que fuera el padrino de sus hijos o le llevaban a sus chavalas para que las colocara en la cocina o en su cama.

¡Qué mal va este país!, ¿insisto demasiado señor Díaz Ferrán?

Qué pena que estas letras no puedan ir acompañadas por el griterío que hay en algunas calles ocupadas por los obreros, son 40 los días que dicen que llevan sin comer, pero yo no lo creo, nadie hay que resista sin un buen jamón, sin un buen cochinillo, ¿no lo cree señor Díaz Ferrán?

¿Acaso usted podría mantener un ayuno durante tantos días?, ¿verdad qué no?

Pues eso Señor Díaz Ferrán, usted lo dijo en esta frase que ha quedado grabada en mi memoria: “hay que trabajar más y cobrar menos”.

Por supuesto, señor Díaz Ferrán, así debe ser. Usted es un hombre con experiencia en esos menesteres.

Ese es el único camino para recuperar el buen nombre de la patria dócil, de la obediencia y el recato.

¡Qué mal está este país señor Díaz Ferrán, qué mal!.


Versión libre de la carta de Silvia Delgado en Kaos en la Red.

Imagen de Kalvellido.

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miércoles, 13 de octubre de 2010

Nueva apariencia

He cambiado la apariencia del blog, queda mejor pero no estoy convencido y seguiré renovando.
Ayer bloggeando me encontré con esta historia que he decidido añadir al blog. No me corto en reconocer que cuando no se tienen ideas, copiar y transmitir lo que dicen otros no está mal , siempre que se cite la fuente.



El Papa embarazado de un monje

Innumerables son las historias que empapan las urbes religiosas. Historias que en el devenir han traído sorpresas, celos, guerras, encubrimientos entre otros elementos que ha puesto en aprietos esos grupos en un momento determinado, pero como así llega un hecho, así mismo los años los van ocultando por el acumulo de información que cada día el ser humano experimenta.

En Atenas, durante el siglo IX, una joven de nombre Juana, quien había nacido cerca de Maguncia, hoy ciudad de Alemania, en el año 822, dio lugar al origen de esta historia, que podría resultar sorprendente y asombrosa para muchos: El papa embarazado de un monje. Como era natural durante este siglo, las mujeres no tenían acceso al estudio porque era contra natura y voluntad de Dios y ella siendo hija de un monje predicado, le tomo mucho aprecio al estudio y a la ampliación de sus conocimientos, donde era muy frecuente sus visitas a los conventos benedictinos.

La vocación de Juana le propino la idea de disfrazarse de hombre y adherirse a los monasterios para poner en práctica aquella ambición que siempre estuvo incubando en ella: el estudio. Ahora hay otra versión que sostiene que a una temprana edad se escapó con un joven monje y que para seguirlo tuvo que disfrazarse de hombre y que estos pasos por diferentes monasterios entre libros la hicieron toda una intelectual. Versada en metafísica, ciencia y los Tratados Árabes de la época.

Este flechazo entre ambos adolecentes facturó toda esta historia. Ella se enamora de uno de sus maestros y el maestro se enamora de su inteligencia y belleza. Al morir su amado, decidió trasladarse a Roma, donde por su capacidad intelectual, fue elegida Papa en sucesión del Papa León IV, tomando el nombre de Juan VIII entre los años 855 al 858.

Siendo Papa, manejo con extraordinaria capacidad dicho puesto, pero de algo no estuvo exenta y lo cual no pudo reprimir: el sexo. Aunque en muchas ocasiones intento no caer, siempre resbalaba en los brazos de un joven monje del cual quedo embarazada. En medio de una procesión, después de tanto ocultar su embarazo, le vino la hora de parir y dio a luz un niño. Ahora, imagine el asombro que experimentaron todos los asistentes frente a este hecho. Fue un momento de grandes contradicciones, falsedades, donde no hubo ni el más mínimo pestañar. Fue detenida y conducida a una celda del castillo de Saint Ángelo. La suerte de su hijo ni rastro de información y del monje se sabe que se suicido lanzándose desde lo alto de una muralla, mas ella fue asesinada.

Este acontecimiento tiene su respaldo en los escritos de un monje dominico, Jean de Mailly, Cronica Universalis Mettensis (1254), seguido del dominico, Martin de Opava en Cronicon pontificum et imperatorum. Estos hechos fueron secundados por historiadores católicos siglos mas tardes, como Platina, donde la admitieron, aunque con reservas, en la Historia de los Papas.

martes, 12 de octubre de 2010

12 de Octubre


,...

Cuando la fiesta nacional
Yo me quedo en la cama igual,
Que la música militar
Nunca me supo levantar.

En el mundo pues no hay mayor pecado
Que el de no seguir al abanderado.

Y a la gente no gusta que
Uno tenga su propia fe,...






La mala reputación de George Brassens
Imagen de Kalvellido publicada en insurgente.org

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lunes, 11 de octubre de 2010

Así cualquiera, Felipe, así cualquiera

por J.M.Álvarez


El ex presidente del Gobierno Felipe González apuesta por la ampliación de la edad de jubilación y pide libertad para que la gente decida cuando quieren dejar de trabajar. Lo que no dicen es que esa es una libertad exclusiva para magnates y millonarios que se limitan durante su vida laboral a visualizar papeles para legalizar los robos (negocios).

Felipe, incluso se pone de ejemplo: "Se lo dice un jubilado que ya está fuera de hasta la edad prolongada de jubilación de los 67 años, y que no está dispuesto a que nadie le diga a qué edad tiene que dejar de trabajar. Es mi libertad, es mi derecho decidir cuando voy a dejar de trabajar” Para González, es una "bendición que vivamos más y mejor". Es obvio que debe estar refiriéndose a sus amigos oligarcas.

Con una pensión de las buenas, dando conferencias pro-capitalistas (muy bien pagadas), negocios de joyas y otros, más “desconocidos”, en América Latina que le permiten construirse una mansión de lujo en Tánger en zona reservada a la realeza marroquí, uno puede decidir lo que quiera y cuando le venga en gana. Los que no pueden hacer lo mismo son millones de pobres y desempleados o los albañiles que aún trabajan, rompiéndose el lomo todos los días, para lograr, si los dejan, una pensión de cuatro duros.

Sus razones tendrá Felipe González- bajo cuya presidencia surgió la guerra sucia y el terrorismo de Estado pero él no sabía nada- para decir: “Tengo 68 años y todavía no he decidido ser millonario, pero si lo decido a lo mejor lo soy”. ¡Pero si ya lo es! Ese fue su premio por servicios prestados al imperialismo. Así cualquiera, Felipe, así cualquiera.




Artículo publicado en rebelión.org
Imagen de Tasio.


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