El hambre: riesgo universal I

inSurGente

El hambre parecía estar fuera del riesgo humano en los países del denominado primer mundo. En pocos meses nos enteraremos que no es así. Nos enteraremos hasta dónde ha conducido el capitalismo neoliberal, destruyendo las estructuras productivas básicas y anulando la soberanía y la suficiencia alimentaria de casi todos los países del mundo. En España la situación va a ser dramática. Los riesgos de la carencia súbita de alimentos básicos, y de enormes subidas de precios, ya han aparecido en el horizonte. No tomar medidas, no explicar lo que va a suponer la crisis para los sectores más desprotegidos de la población –que pasarán a ser las enormes mayorías- es ya una actitud criminal. La economía debe reorganizarse inmediatamente para garantizar el acceso de todos los seres humanos que viven en nuestro país a una dieta suficiente que los libere del hambre. Zapatero ríe y ríe, y frivoliza con la crisis. Ahora anuncia más facilidades fiscales para las grandes empresas, y la continuación de una política asistencial concebida como el adorno de un “crecimiento sostenido" y de una “saludable libertad de empresa”. Cualquier gobierno que no dependiese al 100 por 100 de los empresarios, habría puesto en marcha un Comité de Crisis con poderes extraordinarios para reorganizar la economía, movilizar y favorecer la participación de la población, preparar el racionamiento, garantizar el trabajo a todos los trabajadores y trabajadoras (única defensa contra el hambre), y organizar la seguridad vital de los grupos más desamparados. Ante esta necesidad de todo un pueblo, Zapatero se ha situado a una distancia de años luz de las miradas de ansiedad y de miedo de la gente. Mira con el anteojo al revés y sonríe.