domingo, 31 de enero de 2010

Extender y potenciar la mala hostia


Yo solo digo una cosa.

Se suponía que este iba a ser un Otoño caliente de movilizaciones y resistencias: nada de nada.
Ahora se nos viene encima lo que ya se anunciaba: recortes de derechos, empezando por las pensiones, siguiendo por el gasto público... y con el tiempo ya empezarán a meter mano a la sanidad. La respuesta social: criticar en el bar o en la web.

Hay que actuar, dar ejemplo, agitar, agitar, agitar, llamar al cabreo, a la mala hostia de la peña, organizarse, organizar, conspirar, actuar en las colas del INEM, ahorcar efigies de ZP en los puentes de las autovias, llenar de carteles claros y soeces (sin polladas de modernillos intelectualoides) las calles de la ciudad, implantar redes de apoyo solidario, familia deshauciada familia reinstalada por la fuerza de organizaciones combativas, y miles de acciones y planes más, a cada cual más contundente y visceral...

La gente está hasta los huevos de discursos huecos, de palabras floridas y de performances hippies, de rolleo progre, de repetir una y mil veces lo que ya todos sabemos y que se puede resumir simplemente en que son unos HIJOS DE LA GRAN PUTA. Y es ese sentimiento el único que puede ser aprovechado para extender la agitación y al revuelta social.

A ver si lo hacemos...


Comentario de un lector de Kaosenlared a la noticia aparecida hoy en la portada de inSurGente, y compartida por los compañeros de Kaos, sobre el anuncio del Gobierno de recortar 50.000 millones de euros en gasto público.



Publicado en inSurgente.org
Ilustración de Kalvellido

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sábado, 30 de enero de 2010

Que la crisis la paguen los Trabajadores


inSurGente.- La gran pregunta es dónde, en qué capítulos va a meter la tijera. La ministra de Economía dijo que "El recorte de gasto va a afectar prácticamente a todas las partidas y a todas las políticas", pero no quiso ser más explícita porque la hemorragia de votos es ya suficientemente caudalosa en el PSOE. Por cierto, que mal y que deprisa deben ir y las cosas para haber aprobado los Presupuestos Generales del Estado en el parlamento hace unas semanas y poner ahora todo patas arriba. El propio Zapatero dijo en Davos, en la reunión del capitalismo mundial, que el plan de austeridad supondrá recortes en los capítulos de personal y de bienes corrientes y servicios, así como en algunas inversiones. Se vienen tiempos muy duros pero sólo para los trabajadores y trabajadoras.


Los 50.000 millones salen de:

- Retirada de ayudas a la creación de empleo
- Reducción de la inversión local
- Subida de impuestos indirectos como el IVA
- Reposición de sólo el 10% de funcionarios
- No habrá contratación alguna de interinos
- “Reestructuración” de empresas públicas.
- Quita del poder adquisitivo de sueldos y pensiones

Como ven, no se tocan las grandes fortunas, los dineros de la Casa Real, no hay recorte en sueldos de diputados y senadores, no hay gravamenes a la banca, ni nacionalizaciones, ni recortes en Defensa....


Publicado en inSurgente.org
Viñeta de Tasio


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lunes, 25 de enero de 2010

Se acaban las ''salidas hacia adelante''


InSurGente.- Días después de cifrar la deuda del sistema inmobiliario con la banca en 325.000 millones de euros, Santos González, presidente de la Asociación Hipotecaria Española (AHE), ha reconocido que las entidades financieras "no van a poder asumir esa deuda". dando por hecho que los promotores "no van a ser capaz de pagar los intereses" ni siquiera los de corto plazo.



Este déficit es financiero, lo que afecta muy negativamente a la capitalización de las entidades porque las obliga a aumentar sus fondos propios "en un escenario en el que no hay liquidez", ha reconocido González durante la inauguración del XXVIII Coloquio Nacional de la APCE (Asociación de Promotores Constructores de España). Esto, según González, "afecta al 'rating' de las entidades e incluso al riesgo país", el de una inversión económica debido sólo a factores específicos y comunes a un cierto país.

Para la AHE, la clave está en solucionar el problema del suelo, que es el 'stock' improductivo cuya presión imposibilita el funcionamiento normal de las entidades. "La solución", ha comentado González, "pasa por algo más complejo que echar la culpa al sistema financiero".


Para el presidente de la AHE, el 'stock' no es el principal lastre del sector vivienda. Lo más urgente es abordar la situación estructural del mercado. Santos González parte de la base de que hay que dar viabilidad al sistema inmobiliario porque es fundamental para la economía. En la misma dirección ha apuntado José Manuel Galindo, presidente de la APCE, que ha pedido protección para el sector inmobiliario porque "cubre una necesidad social" y tendrá un peso de la inversión residencial en el PIB del 7,5%.



"¿Qué hacemos con el sector inmobiliario?", se plantean los bancos y cajas. Según la AHE, es necesario tomar medidas urgentes y no se puede dejar pasar el tiempo "pensando que por vender unas algunas casas con poco margen de beneficio" se va a salir del atolladero.


Rafael Fernández, presidente de CEPCO, patronal que agrupa a los fabricantes de productos de construcción, ha recordado a González que "igual que tienen que desparecer inmobiliarias, tendrán que caer bancos y cajas para que la solución sea equitativa". Fernández considera que ambos han sido responsables de la situación actual.


Fuente: El Mundo


Publicado en inSurgente.org


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sábado, 2 de enero de 2010

Eufemismos. Parte 2ª

Por Koldo Campos Sagaseta


Los valientes talibanes que defendieron su patria de la grosera invasión soviética, y que fueron bautizados por el presidente estadounidense Reagan como “paladines de la libertad”, una guerra más lejos y un presidente más tarde, por los mismos motivos, fueron calificados como sanguinarios terroristas que matan por matar. Paladines de la libertad también fueron para los estadounidenses sus hordas mercenarias a ambos lados de la Nicaragua sandinista.


Posada Carriles, uno de los responsables, entre otros crímenes, de la voladura de un avión cubano en el que murieron 76 personas, casi todas deportistas, para muchos medios de comunicación y agencias, es un “partisano anticastrista”, o un “disidente cubano”.


El ex ministro del Interior español, José Barrionuevo, juzgado, condenado y puesto en libertad por sus vinculaciones con el GAL, afirmaba que el terrorismo de Estado y sus múltiples nomenclaturas, especialmente el GAL, no era sino “un grupo heterogéneo de personas que cometen delitos”. Le faltó agregar que, además, impunemente. En cualquier caso, ya antes lo había dejado claro, entre otros, Martín Villa, uno de los tantos impunes que le precedieron en el cargo a Barrionuevo y también en el uso de los eufemismos: “lo nuestro son errores, lo de ellos son crímenes”.


Louis Caldera, secretario técnico de los Estados Unidos, tras verse obligado a cerrar hace diez años la “Escuela de las Américas” para abrir en su lugar el “Instituto del Hemisferio Occidental para la Cooperación de Seguridad”, eufemismo con el que se sigue conociendo la factoría de dictadores que Estados Unidos tiene para su “región” y que Robert McNamara, ex ministro de Defensa, recientemente fallecido, aplaudiera en el pasado por su papel como forjadora de los líderes del futuro”, alegó en defensa del cuestionado historial de los graduandos de la escuela que, lamentablemente, entre tantos eméritos combatientes por la causa de la democracia en el mundo… siempre se cuelan algunos granujas, o lo que es lo mismo, si me atengo a los sinónimos que ofrece el diccionario, que Pinochet fue un pilluelo y el mayor salvadoreño D´Abuisson un pícaro.

Paul Wolfowitz, uno de los grandes estrategas militares con quien todas las administraciones estadounidenses contaron en el Pentágono y nombrado, como recompensa a su larga y exitosa carrera, presidente del “Banco Mundial”, eufemismo que ampara el mayor cartel de usura y chantaje que existe en el mundo junto al conocido como Fondo Monetario Internacional, nunca habló de terroristas o demonios o fanáticos asesinos. Para él eran “competidores emergentes” a los que había que frenar antes de que emergieran. Y ni siquiera cuando se vio envuelto en un vulgar folletín en el que no faltó una amante, una amiga celosa, una ambiciosa secretaria, un amoroso aumento de sueldo y un beso en un motel, ni siquiera entonces dejó de ver “competidores emergentes”. Tampoco cuando un imperdonable olvido mostró al mundo sus agujereados calcetines y acabó renunciando.

Rumsfeld, ex secretario de Defensa estadounidense, llamaba “técnicas de investigación” a las más brutales torturas ejecutadas durante su mandato. El fue responsable, con el respaldo de su presidente y su gobierno, de extender a Iraq el llamado “Programa de Acceso Especial”, manual sobre tortura del que la cárcel de Abu Graib o Guantánamo fueron dos de sus más conocidas expresiones. El problema, lo reconocía el propio Rumsfeld cuando afirmaba: “la libertad es desordenada y la gente puede cometer errores, y cometer crímenes y hacer cosas que están mal… porque esas cosas pasan”. George Bush acabó reconociendo que, tal vez, pudieron darse “algunos excesos o arbitrariedades” cometidas por “unos pocos reservistas”. En cualquier caso, se ocupó de justificar el desprecio de su gobierno por la Convención de Ginebra dado que los torturados no eran prisioneros de guerra sino “combatientes enemigos”.

Ojalá que no tarde en llegar ese anhelado día en que todas y todos los oprimidos por los tantos eufemismos que esconden la verdad, hagan valer, también, su globalizada y pacifista ira y alcancen sus objetivos, sus patadas humanitarias en misión de paz, en las nalgas de todos los granujas, paladines de la libertad y demás competidores emergentes, de manera que las relaciones impropias entre la comunidad internacional y los grupos heterogéneos de personas que cometen delitos no sigan siendo sostenidas y sustentables, así dependa de un Programa de Acceso Especial o de neutralizaciones de rutina y por más daños colaterales que desprendan, que ya se sabe que la libertad es desordenada… y que esas cosas pasan.

Pues que en el año que arranca también sigan pasando… pero en otras nalgas.


Publicado en inSurgente



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viernes, 1 de enero de 2010

Eufemismos. Parte lª


por Koldo Campos Sagaseta



Uno de los aspectos que mejor delata la inmoralidad de quienes rigen los destinos del mundo y que, como el nuevo Nobel de la Paz, representa a quienes más enarbolan la violencia como conducta, la tortura como terapia, el crimen como oficio y la guerra como negocio, es el nutrido y generoso inventario de eufemismos con que buscan ocultar los muertos y miserias que provocan su mercado y maneras. De hecho, consumen eufemismos con tal voracidad que nunca van a dejar de necesitarlos.

Cuando el capitalismo agotó sus coartadas y comenzó a mostrar, incluso, a los ciegos, sus repugnantes entrañas, le cambiaron el nombre y pasó a conocerse como “globalización”. Definen como “macroeconomía” al arte de producir microciudadanos; “desarrollo sostenido y sustentable” a la acelerada destrucción del planeta; y progreso a la hambruna y desgracia general.


“Daños colaterales” llaman a la relación de personas asesinadas en sus múltiples misiones de reconstrucción y paz, cuando los bombardeos, presuntamente, resultan errados. “Objetivos alcanzados” llaman a la nómina de personas asesinadas en sus múltiples “guerras humanitarias”, cuando sus bombardeos, supuestamente, aciertan con el blanco. Y no importa que los daños colaterales tengan muñones y los objetivos alcanzados guarden memoria, se puede matar en nombre de la vida y hacer la guerra en nombre de la paz.


La juvenil ministra española de Defensa, eufemismo ya institucionalizado para definir el Ministerio de la Guerra, a la vez que se declaraba acérrima enemiga de eufemismos y dobles lenguajes, advertía a la opinión pública que no sólo se proclamaba pacifista sino que, actualmente, “los ejércitos también lo son”. Ejércitos cuyos estados llaman “guerras preventivas” a sus sangrientas incursiones militares al margen de cualquier derecho y orden internacional, por más que ambos conceptos, como el de Naciones Unidas, sigan siendo tristes eufemismos.


Si George Bush animó la “guerra preventiva”, para invadir y masacrar a preventivos enemigos, su hermano Jeb Bush instauró en Florida el mismo embozo, “disparo preventivo” para que la ciudadanía de bien pudiera balear impunemente a cualquier preventivo sospechoso. De igual forma que la sospecha de armas de destrucción masiva en manos de un país árabe puede servir de excusa para desencadenar una “guerra preventiva” que destruya esa amenaza, la sospecha de una pistola en manos de un negro puede servir de pretexto para desencadenar una “balacera preventiva” que elimine ese peligro.


Llaman “bombardeos de rutina” a la metódica destrucción de vidas y bienes ajenos sí, por ejemplo, un presidente que pierde popularidad por haber sido sorprendido en “relaciones impropias” con una becaria ajena y haber mentido públicamente a todo el país por televisión, necesita con urgencia un repunte estadístico que confirme su recuperación. En ese sentido, pocas acciones son tan productivas como un rutinario bombardeo sobre Irak.


Obviamente, la comunidad internacional, otro eufemismo más para designar a los Estados Unidos y a los cómplices que lo secundan, siempre ha de velar porque “la respuesta sea proporcionada”, eufemismo que sugiere la posibilidad de dejar a alguien con vida.
La CIA, a mediados de los setenta, decidió suprimir en todos sus informes y documentos la palabra “asesinato”, para sustituirla por “neutralización” y convertir, gracias al diccionario, los cadáveres en “neutralizados”.


Publicado en inSurgente


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