lunes, 8 de junio de 2009

Vivan las cadenas


¡Libertad para qué! Yo no quiero libertad. Este ha sido ¿el grito? o la decisión de millones de votantes europeos.

Que decidan por mi. No importa los trajes regalados, las tramas corruptas, los asuntos de espionaje en el partido, la posible financiación ilegal, los Molinos de la Muela, políticos con jovencitas, la crisis, los despidos procedentes como consecuencia de los ERE. No importa nada. Se reparten el triunfo, y a continuar.

¡Más de lo mismo!.


No es nuevo, Hitler subió al poder a través de las urnas como consecuencia de la incompetencia de la socialdemocracia alemana y nadie se acuerda, la realidad es que no les hace mucha falta, el poder ya lo tienen. Y el pueblo calla o apoya como apoyó o calló con la barbarie nazi.


Ayer no se castigó a los responsables de la crisis; los que la originaron han mejorado, los que la consintieron y los incompetentes siguen en su sitio pero bien situados.

Dentro de poco ya no habrá crisis, pero la crisis será motivo permanente para ser lobotomizados, será algo así como la "construcción del molino" en Rebelión en la Granja.


Yo me pregunto ¿para qué sirve la democracia si no importan los sucesos y se mantienen las mismas condiciones? ¿qué es lo que falla?.


Los cerdos caminarán sobre las patas traseras.


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